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Soluciones en Comunicación y Tecnología

Detección de Humos

El objetivo de los Sistemas de Detectores de Incendios es la provisión del aviso temprano de un principio de incendio. Realizamos proyectos, provisión e instalación de sistemas de detección y aviso de incendios de reconocidas marcas, tales como Notifier, Bosch, Fire-Lite, Hochiky entro otros, que contienen:

Sistemas de tecnología convencional
Sistemas de tecnología direccionable
Sistemas de tecnología inteligente (analógica / digital)
Detectores de humo
Detectores de temperatura
Barreras infrarrojas de humo
Detectores de gases
Detectores de llama


Se refiere al sistema de sensores y equipo interconectado asociado que detecta la presencia de fuego y emite una señal de calor o activa automáticamente la alarma. Los elementos básicos de un sistema de incendios son el CPU o Panel de control, sensores de Humo fotoeléctricos, sensores de calor o temperatura, sensores para ductos de aire acondicionado, estaciones de jalón, sirenas con estrobo, teclados programadores o anunciadores.
Algunas de las marcas de sistemas de incendios con las que trabajamos son por ejemplo, Honeywell, Bosch, Hochiki, Silent Knight, System Sensor, entre otras.
En México existe la NOM-002-STPS-2010 "Prevención y protección contra incendios en los centros de trabajo" cuya aplicación es obligatoria en todo el territorio nacional y que establece los requerimientos mínimos con que debe contar todo centro de trabajo a fin de evitar que sucedan los conatos de incendio y en caso de que estos sucedan estar permanentemente preparados para responder a la emergencia de manera adecuada. Dicha normativa entró en vigor en su última edición a partir de 2011.

DETECCIÓN DE INCENDIOS


La detección tiene por objeto localizar y dar aviso de la producción de un incendio, en un lugar determinado. Cuando se produce la señal de un detector en la central de alarmas, ésta pone automáticamente en funcionamiento un sistema de extinción del incendio. Los sistemas no sólo deben de descubrir el incendio, sino que además deben de situarlo con precisión dentro del espacio protegido y comunicarlo de forma fiable.

En términos generales, sus funciones deben ser:
  • Detectar la presencia de un incendio con rapidez.

  • Activar la alarma con señalización óptica y acústica

  • Localizar y señalar el lugar exacto del incendio

  • Poner en marcha el plan de alarma (conexión de otros sistemas, conectar con la Central Receptora de
    Alarmas, cierre automático de puertas, disparo de sistemas de extinción, etc.).

  • Hay diferentes tipos de detectores que actúan o se disparan durante las distintas etapas del fuego, siendo aconsejable el análisis de detector que necesita el edificio a proteger.
    Los detectores son los elementos encargados de detectar el inicio del fuego y pueden dividirse en varios tipos, según el fenómeno que detectan:

    Detector iónico
    Es un detector de humos y es sensible a los humos no visibles. También es llamado «nariz electrónica», ya que actúa de forma parecida a la nariz humana (huele los humos y aerosoles de combustión), aunque la combustión se esté produciendo de una forma lenta y sin producir humos visibles.
    El principio de funcionamiento de estos detectores se basa en que las partículas de la combustión que ascienden hacia el techo del inmueble penetran en la cámara de aire del detector, variando la conductividad del aire ionizado por efecto de un pequeño material radiactivo, produciendo así, un cambio en el estado del detector.
    El detector consecuentemente, dará aviso así a la central. Este tipo de detectores, detectan el incendio en su primera fase. Siendo muy eficaces y por lo tanto los más utilizados.
    El inconveniente que presenta este tipo de detector es que no se puede instalar en lugares donde existan humos habitualmente.

    Detector óptico
    Es un detector sensible a los humos visibles. El principio de funcionamiento de este tipo de detectores está basado en la utilización de una cápsula que contiene un diodo semiconductor que emite luz, y un fototransistor que la recibe constantemente.
    Cuando por efectos de un incendio se interpone entre ambos el humo, deja de recibir luz y hace disparar al detector.
    Detectan al incendio en la segunda fase, usándose con frecuencia en lugares donde se encuentran aparatos o instalaciones eléctricas.
    Al igual que el iónico, no se puede instalar en lugares donde habitualmente existan humos.

    Barrera de infrarrojos.
    Este detector es sensible al oscurecimiento por humo visible. Es de gran sensibilidad, siendo su alcance de unos 120 m. como máximo y una cobertura de unos 1200 metros cuadrados. Basa su funcionamiento en la emisión y recepción de infrarrojos. Cuando se interrumpe la barrera por la presencia de humo, hace activar la central. (Al igual que ocurre en los detectores de barreras contra robo).
    Por tener una gran cobertura, se hace aconsejable su uso en grandes superficies donde la colocación de detectores normales en techos muy altos se hace desaconsejable. Por ejemplo, almacenes, garajes, iglesias, museos, etc.

    Detector térmico
    Es un detector térmico, es decir, sensible al incremento de temperatura y solo actúa al llegar a un valor determinado de temperatura.
    El principio de funcionamiento está basado en la composición de un bimetal que se dilata con el aumento de temperatura, activando así un contacto eléctrico que activa a su vez a la central de alarmas. El más utilizado es de temperatura fija, que vienen calibrados de fábrica con un valor fijo, por ejemplo 50°.
    También pueden estar compuestos par un elemento llamado resistencia PTC (coeficiente de temperatura positivo), que es un elemento resistivo (óhmico), que varía su valor en función de la temperatura. Al detectar esta variación, el circuito electrónico hace disparar la señal de alarma.
    Por ello, el detector se utiliza en lugares donde por ser habitual la presencia de humo (cocinas, aparcamientos, talleres, etc.) se hacen desaconsejables los detectores del primer grupo (iónico, óptico, barrera de infrarrojos).

    Detector termovelocimétrico
    Es un detector sensible a los cambios de temperatura, ya que éste es uno de los efectos que producen las llamas en los incendios. El principio de funcionamiento del detector está basado en la construcción de una cavidad, que contiene una membrana, una cámara de aire y una válvula de ventilación. Cuando sube la temperatura en un local, producido por un incendio, hace que se dilate el aire y éste a su vez oprime a la membrana, que conecta los contactos eléctricos, activando la señal de alarma.
    Al igual que el anterior, se utiliza en lugares donde se hace desaconsejable la utilización de detectores de humos.
    No deben de instalarse a más de 7 u 8 metros de altura y su alcance es de unos 40 metros cuadrados.
    Tanto estos detectores como los térmicos, detectarían el incendio en su última etapa.

    Detector de llamas
    Es un detector de llamas ultravioleta. Sensible a las llamas y las radiaciones ultravioletas. Responden tanto a los humos visibles como a las partículas no visibles para el ojo humano. Se utilizan, dada su rapidez de actuación, en la protección de zonas de alto riesgo como, gasolineras, almacenes de combustible, procesos industriales, etc. Tienen una gran sensibilidad y un gran campo de actuación, por lo que su utilización se hace aconsejable en zonas de gran altura, donde el humo llegará demasiado tarde. Este detector tiene un alcance de detección de hasta 20 m2 y detectan el incendio en la tercera etapa.
    Es importante que los detectores lleven incorporado un indicador luminoso (diodo led) que se ilumine simultáneamente al disparo del detector, para así facilitar la procedencia del incendio (en instalaciones donde hay varios detectores).